sábado, 21 de mayo de 2011

Carta N° 2 Si llegase el fin del mundo.



Dear lover, o bueno debería decir extraño, lamento que según algunos mañana se acabe el mundo, y aún no he tenido el placer de conocerte. En un mundo donde te conociese y el mundo realmente se acabara, tendría un millón de planes más uno, todos para hacerte feliz.

La noche y el día serían largos, el sol se confundiría con la luna, dando matices de colores que pintarías con tus besos. Mis manos sin separarse de las tuyas, mis labios se fundirían contigo, besaría cada uno de tus lunares y pecas, andaría sin rumbo por tu espalda mientras te susurro un miles de promesas que se que no podrían cumplirse por el breve fin.

Y estaríamos tres metros sobre el cielo, en el lugar de los enamorados, donde lo que pasa aquí en la tierra no nos incumbe. Más allá del caos de todos aquellos que griten y que lloren, allí estaríamos tú y yo. Y así, si el fin del mundo nos toma por sorpresa, sabremos que no hubo horas más perfectas que las últimas.

Probablemente no habrá fin del mundo que te haga salir corriendo a buscarme, o a encontrarnos en algún momento de puro desconcierto donde las masas corran desesperadas pidiendo perdón por el supuesto apocalipsis. La cosa o el punto, es que si realmente acaba el mundo mañana, o así no acabe yo sé que: To die by your side would be such a heavenly way to die.

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