jueves, 23 de junio de 2011

Pinta, cántame y deja que te sueñe

Te miento si te digo que no llevas días rondando en mi cabeza, que tus canciones de media noche no me mantienen despierta, que  tu voz  no me hace sentir alegre, y  que cuando contigo hablo mi cuerpo pide un descanso que mi mente le rechaza, aunque este no le entienda.

Estaría omitiendo un pequeño detalle; si no admito que tengo miedo: que el cielo se vuelva negro y no comprender esto. Ya sabrás que mentirte no puedo, y temo; sinceramente temo de no apreciarte como debería, que dentro de unos meses todo se vuelva mentira y rutina. La pregunta que más me agobia es cómo podríamos sobrevivir tu y yo con la monotonía, y la verdad, es que no podrías ni yo lo haría.

Sin embargo, aunque las dudas me llenen, y siempre me mantenga entre los límites prudentes de no decir lo que no debo, y no admitir algo que probablemente quiero, voy a dejar que tus dedos me cuenten lo que sea que yo me mantendré atenta, y que aunque los kilómetros nos separen yo seguiré pensando en ti más de la cuenta. 

0 comentarios:

Publicar un comentario